Desde que comenzó la pandemia del COVID-19 son muchos los cambios que hemos tenido que asimilar. Sin duda, llevar mascarilla es uno de ellos. Nuevos hábitos y nuevos términos para referirnos a esas realidades. Hablando de estética, una de esas expresiones es el MASKNÉ, es decir, la aparición del acné persistente en el tercio inferior del rostro como consecuencia de llevar la piel tapada muchas horas. Si es tu caso, no tienes que resignarte, compartimos contigo consejos y fórmulas para tratar ese molesto MASKNÉ.
El término MASKNÉ surge de la combinación entre la palabra inglesa mask (mascarilla) y acné. Como hemos señalado, es una expresión que se ha originado en este último año, cuando por motivos de salud pública, hemos tenido que incorporar la mascarilla a nuestra cotidianeidad. Desde el principio los especialistas en Dermatología avisaron de que, el hecho de llevar gran parte del rostro tapado, incrementaría la aparición de problemas de piel como irritaciones, sarpullidos y, en especial, el acné.
El uso de mascarilla provoca un ambiente húmedo y con relativamente poca transpiración en la zona de la cara que llevamos cubierta. Esa humedad aumenta a causa de la saliva y el aliento, lo que provoca un incremento de la producción de grasa y, también, una hiperqueratosis de los poros.
La queratosis es un problema dermatológico, que se conoce a nivel coloquial como “piel de gallina”, que consiste en la aparición de tapones duros de queratina en el interior de los poros. En el exterior, la piel adquiere una textura rugosa y áspera, acompañada de enrojecimiento y en ocasiones de descamaciones.
La combinación de aumento de grasa y cierre de poros hace, a su vez, que proliferen las bacterias y, todo ello junto, es lo que explica la aparición del MASKNÉ. Un problema de falta de ventilación que se verá agravado en los próximos meses con la llegada del calor. Mejor, por tanto, ir tomando medidas.
Visto en qué consiste el problema del MASKNÉ y, sobre todo, teniendo claras las causas que lo originan… ¡vamos a las soluciones, que se lo importante! Un inciso, aunque es una situación que nos afecta a todos, son las personas con pieles sensibles, grasas y mixtas las que más lo sufren.
Tu mejor aliado contra el MASKNÉ son tus rutinas de higiene diaria de la piel: desmaquillar con un producto adecuado, lavar con jabones neutros, aplicar tónico, secar y ser generosa con tu crema hidratante. De hecho, una de las consecuencias del MASKNÉ es la deshidratación del cutis, así que, incrementa el uso de hidratante si notas la piel tirante. Eso sí, asegúrate de ponerte la crema media hora antes de ir a usar la mascarilla y mejor opta por fórmulas de textura ligera.
También es esencial que cambies de mascarilla con la máxima frecuencia y lavarlas después de cada puesta, si las que te pones son reutilizables. La mascarilla debe ir lo más ajustada posible, tanto por protección frente al virus, como para evitar fricciones y aumento de irritaciones. Y no olvides usar crema con protección solar, no está claro que la mascarilla filtre los rayos.
Además de las medidas higiénicas, es importante recordar que el acné en general y el MASKNÉ en particular se potencian con el estrés. Como en estos tiempos todos llevamos un extra de tensión emocional, no está de más que incorpores alguna técnica de relajación a tu día a día. Es una medida anti MASKNÉ y que beneficiará a tu bienestar integral.
En Gold Esthetic, además de proporcionarte los más avanzados tratamientos y productos de estética, no interesamos por tu belleza y salud diaria. Estos consejos para combatir el MASKNÉ son una nueva muestra de nuestra preocupación por tus necesidades. ¡Nuestra web está siempre abierta a tus consultas y opiniones!
