En pocas semanas estaremos disfrutando del verano y luciendo ese bronceado tan atractivo que nos encanta. Pero, antes de ponerte a tomar el sol, conviene que te prepares para hacerlo con seguridad. Estos consejos para elegir tu protección solar te ayudarán a cuidar tu piel a la vez que sacas el máximo partido del sol. ¡Puedes estar segura de que funcionan y ponerlos en práctica desde ya!
La protección solar solo es realmente eficaz si proporciona una barrera frente a los rayos UVA y los UVB. Este efecto solo está garantizado eligiendo un protector solar de los llamados de amplio espectro. Todas las cremas solares frenan el impacto de los rayos UVB, los más temidos porque las secuelas que dejan en la piel son más visibles.
Sin embargo, los UVA son responsables directos de las arrugas, las manchas, los poros dilatados o la pérdida de colágeno. Como puedes imaginar, es igual de esencial que te asegures de frenar su impacto en tu piel. Por tanto, fíjate bien y elige un protector solar de amplio espectro.
Los protectores solares de amplio espectro, de los que antes hablábamos, son aptos para todo tipo de piel. Básicamente se dividen en dos tipos: los químicos (filtran los rayos ultravioleta con ingredientes como el octinoxato y la oxibenzona) y los físicos (crean un escudo protector, a base de sustancias como el óxido de zinc y dióxido de titanio, que refleja la luz).
Las cremas protectoras más eficaces son las que tienen una composición híbrida, es decir, combinan las dos formulaciones anteriores. Estas son las más recomendables según los expertos. Sin embargo, las pieles sensibles, con tendencia a enrojecer o con otros problemas como los eczemas, pueden reaccionar con los protectores solares físicos. En estos casos, por lo tanto, mejor optar por una crema solar de composición mineral.
Igual de importante que la calidad es la cantidad cuando estamos pensando en la protección solar de nuestra piel. Te pasamos un truco muy práctico par acertar siempre con la cantidad de crema que te pones: usa un cuarto de lo que cabe en una cucharada de café y repártelo uniformemente en tu rostro y cuello. Para asegurarte ese reparto uniforme, aquí tienes un segundo truco: distribuye el protector en trece puntos alrededor de la cara y ve extendiendo cada uno hasta unirlos todos.
Es muy común entre las mujeres que, como las bases de maquillaje actuales se elaboran con SPF, esa protección es suficiente para estar protegidas de los efectos nocivos de las radiaciones solares. Pero, lo normal es que el factor de este tipo de productos sea de 15, una protección que protege levemente frente a los UVB.
Por último, como ya hemos señalado, es bastante habitual que nos quedemos escasas al aplicar la cantidad correcta de protector solar que necesitamos. Si a ese detalle hay que unirle que el SPF50 tiene una cobertura de protección del 95% frente a los rayos UV, mientras el SPF30 un 93%. Aunque la diferencia te parezca poco significativa, ten en cuenta que la piel va acumulando esa radiación y, con el paso del tiempo, la diferencia será mayor. Optar por el factor de protección 50 contribuye, sin duda, a evita el envejecimiento prematuro de la piel.
Recuerda que la protección solar es importante durante todo el año, aunque en verano hay que poner un plus de atención. Gracias a nuestros consejos para elegir tu protección solar, puedes estar segura de que tu piel estará perfectamente cuidada. Porque, en Gold Esthetic nos preocupamos de tu belleza, pero siempre desde la perspectiva más saludable.
